sábado, 17 de enero de 2009

¿Cómo no sentir la soledad cuando esta te lame con sus fríos dedos, cuando notas su aliento en tus sueños? Cuando ella chilla en tus silencios.
La Luna anoche sonreía con malicia mientras las nubes, escondidas, coreaban con carcajadas las lágrimas de cristal que perdí entre mis sábanas. ¿Por qué lloraba? No lo sé. Quizás porque era la única manera de escuchar tu respiración agitada sobre mi almohada.
Y recuperar por un instante el calor entre tus muslos. El sudor de tu pecho. El abrazo suave y la mirada cercana.
Qué mierda de frío me persigue por la calle.
Qué mierda de luz vomitan las farolas.
Qué mierda de mierda pisan mis botas.
Y mientras desapareces en la lejanía de cada latido, mientras te fundes con el horizonte, nadan mis ojos en melancolía por cada palabra tuya que desaparece de mi mente.
Roída por el tiempo y los ratones,
consumida por el recuerdo de tus botones
que escondían el corazón de tus pechos
y el sabor de tus susurros...
Puta nostalgia...

1 comentario:

Miss O. dijo...

...bendita nostalgia que te hace escribir estas cosas...

...flipante...

...=)...