miércoles, 16 de febrero de 2011

el pelo crece
como la hierba
para sepultar mis ojos tristes-
en los que brilla un dolor
que a nadie inporta.
el dolor
de quien padece las nubes
del paisaje interno-
no es comparable con extraños
de risa agradable y lengua nueva.
esperemos que todo
se hunda
en charcos de barro gratuitos-
que todo perezca
hundido en la mierda-
ojalá arda mi cuerpo
bajo un tren de pisadas
que apague de cigarrillo
mi molesta piel-