miércoles, 14 de enero de 2009

Cliché

>¿Qué cojones es esto?< ruge el capitán.
>Arte< la voz áspera del detenido. Sus ojos parecen capaces de escurrirse de las cuencas.
>¿Piensas que esto es un puto juego?< Una mano en el bolsillo, la otra con un pañuelo sobre la nariz.
>Sí< mirada tranquila y sonrisa de hierro.
>Entonces les diré a los chicos que jueguen un rato contigo en la comisaría< ojos de acero.
>Me encanta el dolor< empujado fuera del apartamento.
>Sí, de eso estoy seguro< susurro que se pierde por el pasillo en la misma dirección que los pasos del asesino.
El capitán mira el cuerpo tendido en el suelo. Le pregunta la edad al forense e intenta alejar el pensamiento "como mi hija" cuando escucha la respuesta. Sin éxito. Un puñetazo de furia lo golpea en el estómago. Deseos de matar.
Se asoma a la ventana y contempla la lluvia que golpea monótonamente la ventana. Abre y saca la cabeza. Las gotas de agua fresca caen sobre su cara y siguen cuello abajo. Vuelve a ponerse el sombrero pero deja abierto. Que se airee esto.
Un café caliente en la mesa, media hora más tarde. Se miran mútuamente. Con la cucharilla crea una espiral oscura. Esto nunca acabará. Siempre aparecerá otro maldito loco. Cada vez peor, siempre un paso más allá. Deja dos monedas grises sobre la mesa y su sombra cruza el local.
Con el volante en las manos, las imágenes de la mañana se suceden entre sí. No puedo volver a casa, no lo soportaría. Un frenazo en el barro del arcén y vomita en la hierba. Llora. Cuando se tranquiliza vuelve al asiento de cuero. Enciende un cigarro.
El rugido del motor deja atrás a los otros vehículos de la autopista, cuyos faros desaparecen por el retrovisor. Deja el coche tras la comisaría y entra por la puerta trasera. Saluda al muchacho de la limpieza, gira hacia el pasillo de la derecha. Saca furioso la pistola y apunta sobre la mesa, junto a su placa.
>Se acabó< tajante.
La mirada irónica del superior lo enfurece aún más. Tiene los ojos del detenido. Y su sonrisa. Los ojos crispados del capitán sólo hacen que ría con más ímpetu.
>Traslado. Es lo único que te puedo ofrecer< abre un cajón y saca un pescado podrido.
>¿A dónde?<
>Flanagan, vas a ir al infierno. Al de verdad. Descubrirás lo que te has estado perdiendo los últimos años<
>¿A dónde?<

Silencio

>Distrito IV<
Un susp¡ro. Coge el arma y la placa y sale dejando la puerta abierta.

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(21/05/2006)

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