domingo, 12 de julio de 2009

Tendremos que irnos de nuevo
otra vez.
No importa a dónde,
no importa cómo salga.
A algún sitio nuevo en el que esconderse de la vida,
a un rincón de un cuadro
pintado de melancolía
aguada.
Entre el sonido de tambores
arrastro
un puñado de latidos
que retumban
y ensordecen.
El verano arde
tan frío
dentro de mí
y el polvo de mis ojos
se humedece
con lágrimas de sangre.
Guiado por palabras indescifrables
busco un sentido
y sólo encuentro un sentimiento.
Me siento vacío
y pálido,
me siento
y espero.
No pasa nada a mi alrededor,
nada dentro de mí...

No hay comentarios: