Escuché una melodía en el fondo de un vaso de whiskey. Sonaba más alto a cada trago, como si un músico invisible habitara allá abajo. Sin embargo, el sonido terminó cuando la última gota cayó en mi boca.
jueves, 15 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario