sábado, 20 de septiembre de 2008

Retazos y dispersiones I

Siento la tentación de coger lo que no es mío, de meter mi mano entre tus piernas. Quiero apaciguar el vacío que he creado en mí y desactivar los sentimientos que me atormentan. Miro mi cama, llena de nada más que yo, y veo el vaso medio vacío. El final del colchón es el horizonte, un terreno inexplorado en el que encontrar el calor de un cuerpo amado y exprimirlo agonizante. La habitación de un hotel y el frío de la montaña arrancan sonrisas entre quejidos y mis piernas tiritan bajo las sábanas elevadas como montañas.
Y la vida tras la esquina aguarda siempre en guardia esperando pillarme en cuanto asome las orejas. Mientras, yo me escondo helado y devoro películas viejas.
Frío en el aire y en el corazón; lluvia en la calle. Todavía es pronto para saber, todavía es pronto.

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