sábado, 21 de junio de 2008

Poesía apestosa nº XXI

Ya terminaron
nuestros días de vino y rosas,
nuestra pequeña lavandería,
nuestros paseos por la ciudad
de espaldas al mar.

Ya terminaron
nuestras noches de abrazos y risas
y se apagaron
nuestros susurros.

Ya sólo quedan recuerdos
amargos de cada experiencia
y el necesario olvido de tus
favores.

Miénteme y dime que
somos amigos...
Miénteme y dime que no
pudiste olvidarme.

(O al menos deja de pasar de mi puto culo)

No hay comentarios: