Ya terminaron
nuestros días de vino y rosas,
nuestra pequeña lavandería,
nuestros paseos por la ciudad
de espaldas al mar.
Ya terminaron
nuestras noches de abrazos y risas
y se apagaron
nuestros susurros.
Ya sólo quedan recuerdos
amargos de cada experiencia
y el necesario olvido de tus
favores.
Miénteme y dime que
somos amigos...
Miénteme y dime que no
pudiste olvidarme.
(O al menos deja de pasar de mi puto culo)
sábado, 21 de junio de 2008
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