jueves, 23 de diciembre de 2010

El dolor de una mirada puede arrancarte la columna vertebral.
Una conversación sin sentido puede apretar el gatillo de una pistola,
anudar la soga a tu cuello...
Una mirada a través de la ventana del coche
y estaré arrastrándome por el asfalto ensangrentado.
Una figura volando por el cielo hacia el sol, para arder en soledad.
Necesito una puta vida

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