Mi piel se cae hecha costra
envidiosa de las gotas de lluvia,
mi piel se seca hecha barro
predeciendo terribles sequías.
Mi piel se estira de placer
saludando frescas mañanas,
se encoge de frío en el tren
si detecta ciertas miradas.
miércoles, 26 de enero de 2011
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